Desde el jueves 5, aquellos que deseen volar de Corea del Sur a Estados Unidos, deberán someterse a una medición de temperatura corporal y a entrevistas médicas antes del vuelo, y no podrán embarcar si tienen más de 38 grados de fiebre. 

Asimismo, las autoridades estadounidenses han anunciado que próximamente empezarán a realizar controles sanitarios a viajeros procedentes de países con alto riesgo de COVID-19, según reiteró el presidente Donald Trump. 

Estados Unidos ha decidido reforzar las restricciones de viaje ante el aumento de casos de coronavirus en ese país, incluyendo once fallecidos, diez en Washington y uno en California. 

En este contexto, y ante la creciente amenaza de posibles contagios comunitarios, el Congreso estadounidense ha decidido habilitar un presupuesto de emergencia de 8.300 millones de dólares, para comprar mascarillas higiénicas y otros productos sanitarios, así como para diagnóstico del virus y el fomento de investigaciones para el desarrollo de vacunas.