El número de residentes chinos ilegales que salen del país de forma voluntaria ha aumentado, ante la rápida propagación del COVID-19 en Corea del Sur, y las medidas gubernamentales que incentivan a volver a su país.
Según la Oficina de Inmigración de Incheon, el número de ilegales chinos que solicitan volver a su país ha aumentado notablemente las últimas semanas, pasando de apenas 84 entre el 1 y el 23 de febrero, a 463 personas diez días depués, hasta registrar unas 300 personas por día actualmente.
La tendencia deriva de la nueva medida del Ministerio de Justicia para combatir el virus, al eximir de multas a aquellos residentes ilegales que abandonen el país voluntariamente.
Así, las aerolíneas chinas están habilitando vuelos entre su territorio y la isla Jeju para trasladar a esos ciudadanos que desean regresar a su país.