Un hombre de Mongolia de unos 35 años falleció el martes 25 en el Hospital Myongji de Ilsan, a las afueras de Seúl, donde permanecía aislado y bajo tratamiento por COVID-19, siendo la onceava muerte por coronavirus en Corea del Sur y la primera de un extranjero.
El paciente estaba en fase terminal por insuficiencia hepática aguda. Llegó al país el 12 de febrero para un trasplante de hígado, pero desistió de operarse al descubrir que su órgano estaba gravemente dañado, pero estuvo en urgencias del Hospital de la Universidad Nacional de Seúl hasta el día 18. Posteriormente se trasladó a su domicilio, pero el 24 de febrero tuvo una recaída y fue trasladado al Hospital Myongji, donde dio positivo al coronavirus y fue sometido a aislamiento.
Por ahora no han confirmado si el virus fue la causa de la muerte, aunque los médicos sospechan que falleció por insuficiencia hepática.
En tanto, otras seis personas de Mongolia que entraron en contacto con él, como su mujer y su hermana mayor, dieron negativo al coronavirus.