El vice primer ministro de Japón, Taro Aso, declaró el día 10 en una entrevista que Tokio podría reevaluar su posición comercial con Seúl o adoptar sanciones financieras si Corea procede a convertir en efectivo los activos japoneses que actualmente permanecen retenidos por el Tribunal Supremo de Corea del Sur, en cumplimiento de una sentencia que dictaminaba indemnizar a las víctimas de explotación laboral forzosa durante el periodo colonial.
Agregó que, de ser así, la economía surcoreana se verá mucho más afectada, al tener una magnitud inferior a la de Japón. En ese contexto, pasó la pelota al tejado de la Administración de Moon, al que criticó de ignorar las normas internacionales.
También alegó que Corea del Sur pudo lograr el "milagro del Río Han" gracias a los 500 millones de dólares que ofreció Japón en virtud de la firma del acuerdo intergubernamental de 1965, sobre compensación de daños por el periodo colonial.