Se realizó en la noche del día 30 de septiembre, hora de Miami, el primer debate televisado de la campaña presidencial de Estados Unidos. En la ocasión, el actual presidente estadounidense George W. Bush y el candidato por el partido Demócrata, John Kerry, mostraron posturas opuestas respecto a la crisis nuclear norcoreana.

En el debate, que duró unos 90 minutos, el candidato demócrata indicó que, en caso de ser elegido como nuevo presidente de Estados Unidos, mantendrá una conversación bilateral con Pyongyang. Dijo que aprovecharía esa ocasión para discutir variados temas, desde el programa nuclear y la economía hasta los derechos humanos. Kerry afirmó que la indiferencia de Bush en el asunto norcoreano hizo que Pyongyang cuente en la actualidad con entre 4 y 7 misiles nucleares.

Por otro lado, el candidato demócrata Kerry señaló que durante los dos primeros años del mandato de Bush no hubo ningún contacto con Pyongyang y que en ese periodo se produjo el reprocesamiento de las barras de combustible nuclear usado y la expulsión de los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica.

Al respecto, el presidente Bush subrayó que la celebración de la mesa de conversaciones sixpartita surgió a partir del incumplimiento del Tratado de Ginebra, firmado entre Corea del Norte y Estados Unidos. El actual mandatario estadounidense expresó que la mesa de conversaciones multilateral servirá para solucionar la crisis nuclear norcoreana. Bush criticó también a su contraparte, señalando que una conversación bilateral entre Pyongyang y Washington provocará la disolución de la mesa de conversaciones sixpartita y que China se desentienda del conflicto nuclear norcoreano, tal como lo desea el líder norcoreano Kim Jong Il.