Seis personas murieron y otras cuatro resultaron heridas hasta la mañana del día 3 por el tifón Mitag, que azotó las regiones sur y este de Corea del Sur con fuertes lluvias y vientos.
En la madrugada del jueves 3, una mujer de unos 70 años murió después de ser arrastrada por fuertes corrientes en la ciudad de Pohang; mientras que en un hombre de 76 años falleció tras ser igualmente arrastrado por fuertes corrientes en una aldea agrícola en Seongju, provincia de Gyeongsang del Norte.
En tanto en Samcheok, provincia de Gangwon, fuertes precipitaciones causaron un deslizamiento de tierra que derribó la pared de una casa, quitando la vida a una mujer que dormía en su interior; y un incidente similar tuvo lugar en el condado de Yeongdeok, en el sureste del país, donde otra mujer resulto muerta.
Mientras, otras dos personas desaparecieron entre las fuertes lluvias, y las fuerzas de rescate están en operaciones de búsqueda. Asimismo, en las provincias de Gyeongsang los habitantes tuvieron que ser evacuados a refugios de emergencia.
En cuanto al transporte, los aeropuertos retomaron su actividad normal a partir de las 6 de la mañana, aunque las rutas marítimas continúan cerradas, según las autoridades.
El primer ministro Lee Nak Yeon ordenó destinar todo el personal posible a los deslizamientos de Busan y Uljin para buscar supervivientes, al tiempo de adoptar medidas de seguridad para evitar incidentes similares.