El hombre señalado como principal sospechoso de los asesinatos en serie de Hwaseong, conocido como el peor caso sin resolver en la historia de investigación policial de Corea del Sur, ha admitido la autoría de esos crímenes.
El asesino confeso, de apellido Lee y actualmente condenado a cadena perpetua en la Prisión de Busan, reconoció haber matado a catorce presonas, cifra superior a la contabilizada en los asesinatos de Hwaseong, que acabaron con la vida de diez mujeres, nueve de las cuales atribuían a Lee, al descubrirse que uno de esos asesinatos fue un crimen por imitación.
Al respecto, la Policía ha puntualizado que precisa verificar si los nueve asesinatos cometidos en serie en Hwaseong se incluyen entre los 14 confesados por Lee, y cuáles serían los crímenes adicionales del presunto asesino.
Por ahora están investigando sus declaraciones, así como la interrelación entre Lee y los casos sin resolver de Hwaseong y Cheongju, desde que el presunto autor finalizara el servicio militar en 1986 hasta ser encarcelado en 1994 por asesinar a su cuñada.