El primer ministro de Corea del Sur, Lee Nak Yon, propuso a su homónimo de Japón, Shinzo Abe, resolver los conflictos sobre la rescisión del Acuerdo sobre Seguridad General de Información Militar (GSOMIA) y represalias comerciales, propuesta que fue rechazada por Abe, quien dio prioridad al problema de los coreanos víctimas de reclutamiento laboral forzoso durante la II Guerra Mundial.
Según la prensa nipona, Seúl transmitió, a través de Takeo Kawamura, ex ministro japonés de Defensa, la intención de solucionar los problemas del GSOMIA y las restricciones comercial, al vencer dicho acuerdo en noviembre.
No obstante, Abe denegó la propuesta de Lee y respondió que Corea debe dejar de reclamar una indemnización para los coreanos reclutados forzosamente para trabajar en la época imperialista, en virtud del acuerdo de reclamación firmado entre ambos países en 1965.