El capitán del crucero que provocó el naufragio y hundimiento de un barco turístico, producido en Budapest el pasado 29 de mayo, fue puesto en prisión provisional el 31 de julio.
El hombre, de nacionalidad ucraniana, antes había sido liberado bajo fianza, exactamente unos 45.000 euros, y desde entonces estaba bajo vigilancia. Esto significa que tenía que llevar un rastreador, notificar a la Policía de su paradero dos veces a la semana y no salir de Budapest, aunque podía moverse libremente. Sin embargo, la Fiscalía presentó una apelación en contra de dicha libertad provisional. El Tribunal del Distrito de Budapest la revocó el 29 de julio y emitió una nueva orden de detención.
El capitán del crucero está acusado de homicidio involuntario, así como de omisión de socorro.