El Gobierno de Japón llamó a consultas al embajador surcoreano en Tokio para protestar por la falta de respuesta de Corea del Sur a la sugerencia de recurrir al arbitrio de terceros países para abordar el tema de la compensación de las empresas niponas a unos demandantes surcoreanos que fueron laboralmente explotados durante el periodo colonial.
El ministro de Asuntos Exteriores japonés, Taro Kono, convocó a las diez de la mañana del viernes 19 a Nam Gwan Pyo, embajador de Corea del Sur acreditado en Japón, ante quien expresó el profundo lamento de Japón por la falta de respuesta de Seúl hasta el jueves 18, plazo establecido por Japón para crear un comité de mediación a través de terceros.
El canciller solicitó una acción concreta de las autoridades surcoreanas al respecto, agregando que Corea del Sur no hace nada por resolver el problema e intenta derribar el orden internacional creado tras la Segunda Guerra Mundial.
En tanto, el ministro japonés convirtió de pronto la consulta en una reunión a puerta cerrada y prolongó la sesión unos 30 minutos. Según los analistas, con esta estrategia Japón busca justificar su exigencia ante la comunidad internacional, destacando la negativa de Corea del Sur a admitir mediación de terceros países.