Japón sigue insistiendo en que la restricción de exportaciones a Corea del Sur obedece al presunto incumplimiento de sanciones internacionales contra Pyongyang por parte de Seúl.
Tras las declaraciones de Shinzo Abe, primer ministro japonés, y de Koichi Hagiuda, miembro de alto rango del Partido Liberal Democrático, el Gobierno de Tokio también ha vinculado los límites a la exportación a las sanciones contra el régimen norcoreano.
El subsecretario del Gabinete japonés, Yasutoshi Nishimura, expresó el lunes 8 que la incomunicación entre Corea y Japón sobre asuntos de exportaciones se mantiene desde hace tres años, como mínimo, influyendo en las recientes medidas comerciales de Tokio. No obstante, la Embajada de Corea del Sur en Japón desmintió dicha alegación, al explicar que el Gobierno japonés ha rechazado su solicitud de encontrarse para negociar en reiteradas ocasiones.
En este contexto, la opinión mayoritaria considera las restricciones como una estrategia del Gobierno japonés para lograr ventaja en las próximas elecciones para designar a los integrantes de la Cámara, que se celebran el 21 de julio. Así, Tokio habría usado el problema norcoreano para apaciguar las críticas de la prensa y ganar apoyo de los conservadores.