Representantes de empresas surcoreanas del Complejo Industrial de Gaesong, actualmente clausurado, visitaron el martes 11 el Capitolio en Washington D.C. para abogar por la reapertura del parque fabril intercoreano.
Dijeron comprender la preocupación de la clase política estadounidense por reactivar el complejo de Gaesong, pues aunque el Gobierno surcoreano no pudo demostrar que Pyonyang destinara las ganancias del complejo al desarrollo nuclear, la duda existe. Así, como alternativa para reanudar las actividades en Gaesong, propusieron pagar directamente el salario a los trabajadores.
Los empresarios enfatizaron que reactivar Gaesong podría auspiciar en Corea del Norte al sistema de economía de mercado, y hasta invitaron a las firmas estadounidenses a participar.
Sin embargo, y aún apoyando los intercambios privados entre las dos Coreas, los congresistas estadounidenses advirtieron que reabrir el complejo de Gaesong sin un cambio de actitud por parte de Pyongyang, podría vulnerar las sanciones internacionales.