El Servicio de Investigación del Congreso de los Estados Unidos ha emitido un informe sobre el programa nuclear norcoreano, donde analiza que los recientes lanzamientos de misiles de corto alcance de Pyongyang tenían como objetivo mejorar el combustible sólido y la capacidad sus milsiles guiados.
El informe, publicado el 6 de junio, destaca que Pyongynag ha logrado significativos avances en desarrollo de misiles de combustible sólido, más seguro y fácil de recargar que el líquido. En esa línea, añadió que el desmantelamiento del centro de misiles de Dongchangri en la costa oeste, obedecería a que ya no están interesados en desarrollar misiles de combustible líquido.
Las autoridades militares surcoreanas y estadounidenses no han comunicado oficialmente el tipo de modelos lanzados los días 4 y 9 de mayo, pero según los estudios del Servicio de Investigación del Congreso, varios expertos dijeron que era un misil balístico KN-23, capaz de portar una ojiva nuclear.
Se estima que Corea del Norte cuenta con material suficiente como para fabricar 35 armas nucleares, y podría crear hasta 7 nuevas armas al año.