El Ministerio de Salud y Bienestar anunció el jueves 28 una reforma parcial a la orden ejecutiva sobre la Ley sobre Tratamientos para prolongar la vida, que aumenta el número de intervenciones médicas que pueden rechazar los pacientes terminales o en cuidados paliativos.
Antes de la reforma, la ley definía como tratamientos para prolongar la vida la reanimación cardiopulmonar, el uso de respirador artificial, la administración de quimioterapia y la hemodiálisis. Pero la reforma amplía la lista al incluir la asistencia extracorpórea, las trasfusiones de sangre y la administración de fármacos para aumentar la presión arterial.
También modifica el acceso a la planificación de cuidados terminales, para permitir a todos aquellos en fase final decidan con asesoría médica, al margen de su estado o de la dolencia que padezcan.