Estados Unidos ha bajado la intensidad de sus expresiones contra el régimen norcoreano en su informe anual sobre los derechos humanos, algo que se interpreta como un gesto de la Administración Trump para persuadir a su contraparte de retomar las negociaciones. 

El informe por país sobre la situación de los derechos humanos fue publicado el miércoles 13 por el Departamento de Estado y lo que destaca en el capítulo sobre Corea del Norte es la eliminación de la frase "Los habitantes norcoreanos sufren por la dura violación de los derechos humanos cometida por el Gobierno".

Así, en vez de criticar al régimen de Kim Jong Un señalándole directamente de ser el responsable de vulnerar los derechos de los ciudadanos, el informe se centra mas bien en mencionar los casos de violación existentes. Cita para ello reportajes de prensa, estudios de organizaciones en defensa de los derechos humanos y declaraciones de desertores norcoreanos, en vez de presentar datos recopilados por el Gobierno estadounidense. 

Presenta de este modo y en base a información recogida de medios de prensa o investigaciones internacionales, que entre 2012 y 2016 se llevaron a cabo en Corea del Norte 340 ejecuciones públicas, al tiempo de que prevalecen prácticas inhumanas tales como torturas con electricidad, agua o golpes. 

No obstante, el informe del Departamento de Estado no alude a Otto Warmbier, el joven estadounidense que tras estar un tiempo detenido en Corea del Norte, fue repatriado en estado de coma pero falleció poco después de regresar a su país.