El Comité del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a cargo de vigilar el cumplimiento de las sanciones internacionales contra Corea del Norte, evalúa que dicho país sigue evadiendo las restricciones, mientras su programa de desarrollo nuclear y balístico "permanece intacto".
En el informe anual, presentado el martes 12, el comité enumera casos concretos de vulneración de sanciones por parte de Pyongyang, incluyendo contrabando en altamar de bienes sujetos a prohibición comercial, exportación de armas a África y Oriente Medio, piratería informática y transacciones financieras ilícitas, entre otros.
Además, puntualiza que el reactor atómico de cinco megavatios del centro nuclear de Yongbyon fue activado varios días en febrero, marzo y abril de 2018, así como entre septiembre y octubre de ese mismo año, de forma parcial. En tanto, y en base al análisis de fotos satelitales, alude a la posible operación de un laboratorio radioquímico.
Igualmente, Corea del Norte no ha dejado de investigar a empresas, organizaciones o particulares asiáticos que compraron en secreto separadores centrífugos, quizá como indicio de que ese país trató de adquirir esos dispositivos, indispensables para enriquecer uranio.
Pero sobre todo afirma que prevalece el comercio ilegal de petróleo refinado y carbón con Corea del Norte, factor que debilita significativamente el efecto de las sanciones internacionales. Así, entre enero y agosto de 2018, Corea del Norte importó directamente de barcos en alta mar un considerable volumen de petróleo refinado, superando el máximo anual permitido de 500.000 barriles. Destaca en particular que el puerto de Nampo es la "sede" de las actividades ilícitas, sobre todo del contrabando de petróleo refinado que se realiza mediante el oleoducto instalado dentro de las aguas en ese lugar.
Por último, resalta que Corea del Norte ha venido esquivando constantemente las sanciones internacionales relacionadas con el comercio de armas y el bloqueo financiero, pues ha intentado vender equipamiento militar a varios países africanos, además de realizar operaciones bancarias ilegales en China, Libia, Rusia, Siria y Emiratos Árabes Unidos.