Todo indica que las sanciones contra Corea del Norte obstaculizaron el debate en la Cumbre de Hanói, la segunda entre Donald Trump y Kim Jong Un.
En efecto, el presidente estadounidense manifestó durante la rueda de prensa que ofreció tras concluir abruptamente el encuentro, que las sanciones contra Pyongyang fueron el punto más polémico y que no pudo acceder a la petición de su contraparte norcoreana de desactivarlas.
El fracaso de la cumbre corrobora por ahora que Corea del Norte y Estados Unidos no han logrado estrechar posturas en cuanto al canje entre las tareas de desnuclearización y la relajación de sanciones, como compensación. Así, el régimen de Pyongyang insiste en la retirada de sanciones en base a algunas de las acciones ya adoptadas para el desarme nuclear, mientras que Washington insiste en mantener las sanciones hasta ver otras medidas concretas, aparte del desmantelamiento del centro nuclear de Yongbyon.
Al respecto, Trump enfatizó que mantendrá las sanciones y que no serán desactivadas a menos que la desnuclearización norcoreana alcance el grado que Estados Unidos desea.