Un coreano que trabajaba en una central de la isla indonesia de Kalimantan del Sur fue hallado muerto el lunes 21 (hora local).
Después de que la familia no pudiera establecer contacto con él durante cinco días, la Policía local encontró el cadáver del hombre en el baño de su casa, con signos de apuñalamiento múltiple y algunos objetos presuntamente usados para atacarle.
Así, la investigación se centra en aveguar si la víctima fue asesinada y posibles motivos o pistas al respecto, y la autopsia del cadáver ya está en proceso.