Tanto la prensa, como el círculo diplomático de Estados Unidos prestan atención a las posibles implicaciones del caso del diplomático norcoreano que desertó de la embajada de su país en Roma, mientras reportajes de medios italianos indican que el hombre desea exiliarse en Estados Unidos.
Sin embargo, la administración de Washington no muestra todavía una reacción al respecto, al producirse este imprevisto en una situación en la que aumentan las expectativas para la organización de una segunda cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos.
La prensa estadounidense analiza, en este contexto, que este asunto será un duro golpe al dirigente norcoreano Kim Jong Un, que desde 2018 despliega una fuerte campaña diplomática hacia Corea del Sur y Estados Unidos, tratando de eliminar la imagen de Corea del Norte como el país más hermético del mundo y proyectarse su persona como el líder de una "nación normal".
Así, mientras sigue sin confirmarse exactamente el paradero del diplomático norcoreano en cuestión, el interés se centra en si este asunto podría en el peor de los casos estropear las negociaciones nucleares entre Pyongyang y Washington.