Durante un reciente simposio celebrado en conmemoración del vigésimo octavo aniversario del establecimiento del Consejo Coreano de Medidas sobre la Esclavitud Sexual, Kim Young, coreano-japonés dedicado a la investigación sobre mujeres de confort, anunció que todas las víctimas norcoreanas que atestiguaban en público las atrocidades sufridas por las jóvenes en los burdeles militares pasaron a mejor vida.
Son 219 en total las personas que se declararon víctimas norcoreanas del crimen de guerra perpetrado por el Ejército nipón. De estas, 52 testimoniaron en público los daños sufridos por sí mismas antes de fallecer.
Mientras tanto, el simposio incluía una conferencia sobre las antiguas sedes de burdeles militares nipones establecidos en Corea del Norte. El segundo y el último descubierto en agosto de este año se ubican en la localidad de Gyonghung.