Un congreso académico por el esclarecimiento de la verdad sobre el reclutamiento laboral forzado por Japón se celebró el viernes 16 en la ciudad surcoreana de Goyang, con la participación de altos funcionarios de ochos países de Asia y el Pacífico, incluyendo Japón, China y Corea del Norte.
Un grupo cívico dedicado a la repatriación de los restos mortales de las víctimas coreanas reclamó indemnizaciones "responsables" por parte del Ejecutivo nipón, conforme al fallo emitido por el Tribunal Supremo surcoreano.
Mientras tanto, el vicepresidente del Comité para la Paz de Asia-Pacífico de Corea del Norte, Ri Jong Hyok, que participó al congreso en representación del régimen de Pyongyang, condenó al Gobierno nipón por eludir una responsabilidad de relevancia nacional, empleando incluso expresiones tan directas como secuestro y desplazamiento forzado.
El ex premier japonés Hatoyama, quien ofreció disculpas oficiales en varias ocasiones sobre las atrocidades cometidas por Japón en el pasado, instó al Ejecutivo de Tokio a tomar acción, en concordancia con la posición de la cancillería japonesa que manifestó que el derecho de las víctimas a reclamar resarcimiento no quedó anulado con la firma del acuerdo de normalización de relaciones entre Corea del Sur y Japón en 1965.