El Gobierno endurecerá la normativa sobre las emisiones de materiales contaminantes a fin de disminuir las partículas en suspensión en la atmósfera un 30% respecto al nivel actual para 2022.
A las nuevas reglas estarán sujetos los cerca de 57.000 centros o sistemas emisores en todo el país, así como otras instalaciones que con la enmendada normativa empezarán a ser clasificadas como tales. Entre estas últimas se incluyen las centrales que usan aceites pesados y que operan en zonas insulares con una capacidad mínima de 1,5 megavatios, equipos de aire acondicionado o de calefacción por absorción con calor suministrado de 1.238.000 kilocalorías por hora y lugares de cremación de animales con una capacidad de incineración mínima de 25 kilogramos por hora.
Los categorizados como centros o sistemas emisores deberán contar con mecanismos para reducir la generación de materiales causantes de la contaminación del aire y ser sometidos a revisiones periódicas.
El Gobierno también bajará el límite máximo permitido de emisiones de sustancias que aumentan el esmog, tales como amoníaco, óxidos de nitrógeno y óxidos de sulfuro.