Tras abrir las compuertas de las presas de los cuatro principales ríos de Corea del Sur, mejoró la calidad del agua, así como el hábitat natural de animales y vegetales.
Según los datos publicados por el Gobierno el viernes 29, en junio de 2017 abrieron las compuertas de seis presas por primera vez tras concluir el proyecto de restauración fluvial, y posteriormente abrieron más. A día de hoy, un total de 10 presas permanecen abiertas.
Los resultados de estudios realizados in situ reflejan que la concentración de algas tóxicas en el agua disminuyó marcadamente, en proporción directa al nivel de apertura de las compuertas. Por ejemplo, la concentración de algas en la presa de Sejong se redujo un 40% tras su apertura completa.
Ahora las autoridades realizarán nuevos estudios para concretar los efectos de la apertura de presas. La decision final sobre si eliminarlas o no la adopará un comité nacional para la gestión del agua, a establecerse en junio de 2019.