El tribunal consideró el monto total por soborno los 23.100 millones de wones que la ex presidenta Park Geun Hye exigió a empresas, de los cuales la partida efectivamente reconocida como tal y recibida por la ex mandataria alcanza 14.200 millones de wones. 

Por su parte, de los 21.300 millones de wones que Samsung entregó o prometió ofrecer, 7.200 millones fueron clasificados como soborno. Se incluyen en este monto los 3.600 millones de wones que el grupo corporativo pagó a Core Sports, una empresa fantasma con sede en Alemania regida supuestamente por Choi Soon Sil, así como los 3.600 millones de wones que proporcionó a Chung Yoo Ra -hija de Choi- para la compra de tres caballos y los contratos de seguro pertinentes. 

La cantidad esta vez reconocida como soborno es la doble de la considerada como tal en el juicio de apelación de Lee Jae Yong, vicepresidente de Samsung Electrónica. Esta conclusión deriva del criterio tomado por el tribunal, que a diferencia de la sentencia dictada en el juicio del empresario, determinó que la propiedad de los caballos no pertenece a Samsung, sino a Choi Soon Sil. 

La ex mandataria también fue declarada culpable de recepción de soborno indirecto, al definir el tribunal como tal, tanto los 7.000 millones de wones que el Grupo Lotte entregó como una aportación a la construcción de un centro deportivo de la fundación KSPORTS y que luego fueron devueltos a esa firma, como los 8.900 millones de wones que SK debía proporcionar pero cuyo ofrecimiento no se efectuó en realidad. 

El tribunal concluyó que la ex mandataria intervino activamente en el proceso de entrega y recepción de soborno, estando al tanto de la situación de cada una de las empresas para exigirles dinero a cambio de hacerles los favores que más necesitaban.