Mientras que la campaña #MeToo se extiende en Corea del Sur, el Gobierno surcoreano ha anunciado que expulsará a los funcionarios que cometan delitos de violencia sexual que superen un cierto nivel de condena.
Durante la reunión del gabinete celebrada el martes 27, el Ministerio de Igualdad de Género y Familia presentó un paquete de medidas para erradicar el acoso sexual y la violencia de género en el sector público.
A partir de ahora aplicará una política de "tolerancia cero" con los funcionarios implicados en acoso y violencia sexual.
Al revisar la ley nacional sobre servicio público, el Gobierno despedirá a aquellos trabajadores públicos que sean multados con más de 3 millones de wones por cometer cualquier tipo de violencia sexual. Así, todo empleado público será retirado de su cargo si enfrenta multas de 3 millones de wones o más, o es encarcelado por cometer un delito sexual con abuso de poder o influencia.
Además, los funcionarios públicos sancionados por abuso sexual no podrán acceder a puestos de nivel directivo.