El Consejo Directivo de KBS aprobó el día 22 la remoción del presidente de KBS, Ko Dae Young.
De los 11 integrantes del consejo, 10 asistieron al encuentro y la moción fue aprobada por 6 votos a favor y una abstención, mientras que los del ala opositora se negaron a participar en la decisión. En tanto, aquellos del ala gubernamental -impulsores de la moción- señalaron que el actual presidente debía abandonar el cargo por haber dañado la imparcialidad en los contenidos del informativo, y por hacer caso omiso a las opiniones de sus empleados.
En respuesta, el presidente Ko manifestó que su remoción dejará un punto negro en la historia de la comunicación de Corea, al argumentar que es presidente de una emisora pública con mandato aprobado por la Asamblea Nacional y que las razones para removerle del cargo son insuficientes.
En tanto el sindicato de KBS, que entró en huelga el 4 de septiembre para urgir a su salida, expresó que la salida del presidente suprimirá los lazos de una historia vergonzosa de Corea, y se comprometió a reconstruir KBS en una verdadera emisora pública. La decisión debe ser aprobada por el presidente de la nación.