Se prevé que el abismo demográfico se concretará en Corea del Sur a partir de 2018, año en que empezará a disminuir la población activa, es decir, aquellos ciudadanos entre 15 y 64 años.
Datos recientes ilustran que en 2017 el número de nacimientos cayó por primera vez por debajo de los 400.000 bebés, y al sumar la baja natalidad con el envejecimiento poblacional, la población activa disminuirá a partir de este año.
El Ministerio de Trabajo vaticina que de aquí a 2026 habrá una merma de 2.180.000 ciudadanos entre la población surcoreana económicamente activa; y si bien por ahora los mayores problemas son el desempleo juvenil y la escasez de puestos de trabajo, a medio y largo plazo el mayor reto será totalmente opuesto: la falta de mano de obra.
Para paliar esta situación, el Gobierno impulsará un programa para fomentar la activa participación de las mujeres y de los mayores de 65 años en el mercado laboral. También promoverá una reforma educativa para equilibrar la oferta y demanda laboral, de cara a un futuro marcado por la disminución del número de estudiantes y los cambios empresariales derivados del desarrollo tecnológico.
El economista estadounidense Harry Dent, autor del concepto de "abismo demográfico", advierte que caerán tanto la producción como el consumo, mientras que emergerá un riesgo de crisis económica.