Song Sin Do, la última surcoreana víctima de la esclavitud sexual residente en el extranjero falleció el sábado 16 en Tokio a los 95 años de edad.
Nacida en 1922 en Nonsan, Chungcheong del Sur, fue forzada a trabajar en el burdel de una tropa japonesa estacionada en China desde 1938.
Song es la única víctima surcoreana que interpuso una demanda contra el Gobierno de Japón en busca de una disculpa oficial y una indemnización. El procedimiento judicial, iniciado en 1993, duró 10 años hasta que en 2003 el Tribunal Supremo del país nipón falló a favor de su gobierno.
Durante 2017 fallecieron 8 surcoreanas registradas como víctimas de la esclavitud sexual impuesta por Japón, con lo que actualmente sobreviven 32, y todas residen en territorio surcoreano.