Un sondeo ha revelado que 8 de cada 10 surcoreanos no querría recibir cuidados médicos para prolongar la vida ante una enfermedad terminal. En cambio, y en virtud de la llamada "ley de muerte digna" cuya aplicación provisional comenzó el 23 de octubre, rechazarían ser sometidos a reanimación cardiopulmonar, hemodiálisis, quimioterapia y respiración artificial en esa situación.
Con este resultado concluyó una encuesta realizada conjuntamente por la Facultad de Medicina de la Universidad Konyang y el Foro Coreano de Comunicación Alimentaria, entre 346 personas mayores de 20 años.
Los participantes fueron consultados sobre si desearían prolongar su vida de hallarse en fase terminal, pregunta a la que menos del 30% respondió positivamente. Concretamente, el 79,2% rechazó la quimioterapia, un 77,2% la reanimación cardiopulmonar, un 82,4% realizar hemodiálisis y un 80,1% usar equipos de respiración artificial.
La Ley de Decisiones sobre cuidados médicos para prolongar la vida -más conocida como "ley de muerte digna"- entrará oficialmente en vigor en febrero de 2018.