El Gobierno surcoreano anunció el martes 26 fuertes medidas para mejorar la calidad del aire, en particular para disminuir las partículas en suspensión que actualmente representan un serio problema que requiere de acciones rápidas y concretas. 

En primer lugar, cinco centrales carboeléctricas dejarán de operar entre marzo y junio del próximo año, considerando los meses en que más aumenta la concentración de partículas en la atmósfera. Esta medida será provisional hasta el cierre en 2022 de las siete plantas de energía carboelétrica de Corea con más de 30 años de operativa, y la sustitución por gas natural licuado del combustible de las cuatro centrales de ese mismo tipo actualmente en construcción, pero cuyas obras llevan menos de un 10% completado. 

Asimismo, un 80% de los viejos coches diésel -o sea unos 2,2 millones de vehículos- será desechado, mientras que se limitará la circulación en la zona capitalina del resto. 

El control de la calidad del aire se reforzará con un nivel de concentración de referencia, que será modificado de 50 a 35 microgramos por centímetro cúbico. 

El Gobierno calcula que, con estas medidas, las emisiones de partículas en suspensión disminuirán un 31,9% de aquí a cinco años, y los días con calidad de aire en nivel "malo" descenderán un 70%. 

La cantidad promedio de partículas en suspensión duplicó en 2016 la recomendada por la Organización Mundial de la Salud y el número de días con mala calidad del aire ascendió a 258 jornadas.