A partir de ahora, la Policía Nacional de Corea del Sur no usará cañones de agua para disolver manifestaciones pacíficas, en virtud de las recomendaciones del Comité de Reforma Policial formuladas el jueves 7. 

Las directrices sugieren a las autoridades policiales que se abstengan de usar la fuerza contra los ciudadanos que se manifiesten de forma pacífica y sin actos violentos. 

En primer lugar, el informe recomienda usar chorros de agua para reprimir fuertes motines populares, o cuando los manifestantes ataquen infraestructuras públicas de gran interés. 

Asimismo, la policía no podrá fotografiar las escenas de protestas, para evitar violar el derecho a la propia imagen de las personas retratadas. Solo se permitirá tomar fotos en casos de extrema urgencia o cuando las imágenes captadas pudieran servir como prueba en la investigación de delitos relacionados. 

La Policía Nacional decidió aceptar todas las recomendaciones del comité, y prometió respetar al máximo la libertad asamblearia de la ciudadanía.