La Ley de Decisión sobre Tratamientos para el Mantenimiento de la Vida -comúnmente referida como ley de muerte digna- se implementará gradualmente en Corea a partir del viernes 4.
La ley, ratificada en 2016 por la Asamblea Nacional de Corea del Sur, es el resultado de un largo debate social sobre la muerte digna, el cual se desató tras el primero caso de ortotanasia que hubo en el país en el año 2009. Su aprobación considera el respeto a la voluntad de pacientes terminales, que no desean continuar con tratamientos para alargar su vida por medios artificiales.
Junto con la ley, el Gobierno estableció órdenes ejecutivas y procedimientos pormenorizados para su implementación, mediante un comité formado por representantes y especialistas de los sectores médico y religioso.
Decidió así enfocarse -en la primera fase de implementación- en ampliar los ciudados paliativos, para que los pacientes puedan recibirlos no solo en centros especializados, sino también en hospitales y sus propios hogares. Asimismo, podrán acceder a servicios paliativos -hasta ahora permitidos solamente a pacientes terminales de cáncer- aquéllos que padecen sida, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cirrosis hepática.
Posteriormente, en la segunda etapa de implementación, que comenzará en febrero de 2018, se pondrá en práctica la llamada muerte digna u ortotanasia en entornos médicos ordinarios, de existir la voluntad del paciente al respecto y el consentimiento, tanto del médico a cargo de su tratamiento, como de otros dos profesionales más.