El barco pesquero surcoreano a punto de ser secuestrado, perseguido por piratas en aguas somalíes, logró escapar gracias a las rápidas medidas adoptadas por las autoridades al conocer los hechos, y también gracias a la intervención de la tropa Cheonghae, que estaba de guardia en la zona.
Agradecido por la efectiva respuesta de las autoridades surcoreanas, el propietario del barco envió una carta al Gobierno para expresar su gratitud al presidente de la nación Moon Jae In, a la Marina, al Ministerio de Océanos y Pesca, y a las oficinas diplomáticas en el extranjero.
En la carta afirma que nada más recibir la llamada del capitán, quien informó que estaba siendo perseguido por unos desconocidos que parecían ser piratas, notificó a las autoridades gubernamentales y que gracias a una oportuna actuación, tanto la tripulación como el barco se encuentran a salvo.
Un pesquero dedicado a la captura de calamares con 21 personas a bordo, entre ellos 3 surcoreanos, desapareció durante 17 horas en aguas somalíes, tras una última comunicación en que notificaba estar siendo alcanzado por piratas; si bien pudo escapar al activar un dispositivo de rescate.