La temperatura subió el miércoles 3 hasta 30,2 grados en Seúl, siendo éste el nivel más alto registrado en mayo en 85 años.
Este calor repentino e inusual para esta época del año fue provocado por los vientos tropicales del suroeste y la elevada radiación solar.
Además, aumentaron más de lo habitual tanto el índice UV, como el nivel de ozono, este último a consecuencia de la reacción fotoquímica producida a partir del dióxido de nitrógeno emitido por los coches.