El Tribunal Regional de Daejeon dictaminó devolver al templo Buseoksa una estatua de Buda, que fue sustraída por una banda de ladrones de patrimonios culturales en Japón, para introducirla de nuevo a Corea en 2012.
La reliquia -una estatua sentada de Avalokitesvara hecha de bronce dorado- data de las postrimerías del reino de Goryeo en 1330 y habitualmente estaba en el templo Buseoksa. Más tarde fue llevada a Japón, pero en 2012 volvió a Corea tras ser robada en el país vecino.
Los fieles budistas alegaron entonces, que la figura había sido usurpada por los japoneses y desde 2013 permanece bajo custodia en el Instituto Nacional de Investigación sobre Herencias Culturales, fecha en que la Justicia surcoreana paralizó el retorno de ese bien a Japón, al considerarlo como parte del patrimonio coreano.
Al respecto, el tribunal dictaminó que la reliquia debe ser devuelta su propietario original, es decir Buseoksa, considerando su valor histórico y religioso, al haber fundamentos y pruebas suficientes de su pertenencia al templo budista.
En tanto, otra estatua de Buda que llegó simultáneamente de Japón -junto con la figura sentada de Avalokitesvara- fue devuelta a Japón en 2015, al no ser reclamada por ninguna entidad o particular del país.