Las autoridades del distrito de Donggu en Busan han retornado la estatua en homenaje a las víctimas de la esclavitud sexual al grupo cívico que la instaló frente a la sede del Consulado General de Japón en la ciudad portuaria, tras retirarla forzadamente sin fundamentos legales.
La estatua fue removida apenas cuatro horas después de su instalación el miércoles 28, tras un fuerte altercado entre el grupo cívico y la policía local. No obstante, tras darse a conocer que dicha estatua fue retiarda sin fundamentos legales, los ciudadanos comenzaron a realizar llamadas telefónicas y mediante la web de la oficina distrital, al tiempo de personarse en dicho lugar hasta casi paralizar las tareas de dicha oficina.
Ante este brote de indignación entre la opinión pública, las autoridades decidieron finalmente devolver la estatua a la ONG, prácticamente autorizando a establecer la estatua en homenaje a las víctimas de explotación sexual durante la II Guerra Mundial.