Más de 2,3 millones de manifestantes abarrotaron las calles de Seúl y diversas ciudades de todo el país el día 3, por sexto sábado consecutivo, para protestar contra la presidenta Park Geun Hye, involucrada en el mayor escándalo de corrupción de la historia democrática de Corea.

El tercer mensaje de la mandataria al pueblo tras estallar el escándalo, emitido el miércoles 30, provocó una gran indignación entre los ciudadanos al dejar la mandataria su salida del cargo en manos de la Asamblea Nacional. Los manifestantes criticaron fuertemente su intento de evitar el impeachment y solicitaron la destitución inmediata de la presidenta. 

Desde las cuatro de la tarde, los manifestantes se agolparon en torno a la Casa Presidencial para expresar sus protestas a 100 metros de la oficina principal de Cheongwadae; mientras que el límite de distancia autorizado por la Justicia hasta la residencia oficial de la mandataria se reduce semana tras semana. 

A las siete de la tarde, los manifestantes apagaron durante un minuto la vela que portaban encendida en sus manos durante la marcha, para exigir una investigación exhaustiva sobre las "siete horas de ausencia injustificada" de la presidenta el día del trágico incidente del ferry Sewol.

En tanto, fuentes policiales estimaron el número de manifestantes en 420 mil personas en la capital, dando una cifra inferior al pasado sábado, si bien los convocantes contabilizaron más de 2,32 millones de asistentes.