Una batería de medidas de emergencia se activarán desde enero de 2017, si la concentración de polvo en la atmósfera aumenta, y los pronósticos predicen que llegarán a niveles de "malo" y "muy malo".
Dichas medidas se activarán, en concreto, cuando el promedio de partículas en suspensión de menos de 2,5 micras supere los 50 microgramos por metro cúbico en Seúl y la zona capitalina.
Al alcanzar dicho límite, las obras públicas deberán cesar sus actividades total o parcialmente.
Además, trazarán nuevos estándares de emisiones para las locomotoras diésel, que expulsan una cantidad de partículas equivalente a la de unos 3.000 coches con el mismo tipo de combustible.