Los expertos en temas norcoreanos estiman que la elección de Donald Trump como cuadragésimo quinto presidente de EEUU podría llevar a Corea del Norte a abstenerse de realizar provocaciones nucleares y balísticas durante algún tiempo.
Tal observación obedece a que el próximo mandatario de Washington expresó en campaña su disposición a dialogar cara a cara con el líder norcoreano Kim Jong Un, en tanto que los medios estatales de Pyongyang también ha insinuado indirectamente que el régimen norcoreano preferiría a Trump antes que a Clinton como nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Los analistas consideran que la victoria de Trump podría influir la relación entre EEUU y Corea del Norte, y favorecer la resolución del conflicto norcoreano mediante el diálogo.
Mientras, otras voces aseguran que Pyongyang continuará con su programa nuclear al margen de los comicios estadounidenses, y afirman que podría realizar nuevas provocaciones en diciembre, bien en torno al día 17, cuando se conmemora el quinto aniversario de la muerte del exlíder norcoreano Kim Jong Il, o bien sobre el día 30, para celebrar un lustro en el poder de su hijo y sucesor, Kim Jong Un.