Un militar norcoreano de alto rango que desertó a Corea del Sur ha revelado que las zonas aledañas a las centrales nucleares de su país, sufren una grave contaminación radiactiva. Después de 30 años de operar dichas instalaciones atómicas, la situación es mucho más seria de lo imaginado.
De acuerdo al testimonio de este ex oficial, responsable de construir instalaciones nucleares, cada empleado de esos centros solo dispone de un uniforme para cada dos años, y no cuentan con equipamientos de seguridad para protegerse.
Añadió que la emisión de ondas radiactivas es entre 100 y 300 veces mayor que el nivel estándar, por lo que muchos trabajadores sufren enfermedades como cáncer de hígado y anomalías físicas.
Asimismo, expresó que son frecuentes los casos de muerte por efectos radioactivos secundarios, así como el nacimiento de bebés con malformaciones o discapacidad.