Corea del Norte ha amenazado con "reducir a cenizas" la ciudad de Seúl, después de que dos aviones bombarderos B-1B Lancer de EEUU, sobrevolaran la península coreana el miércoles 21 por segunda vez, desde el quinto ensayo atómico realizado por el régimen norcoreano.
En clara advertencia hacia Pyongyang, los bombarderos estratégicos estadounidenses salieron de su base en la isla de Guam y sobrevolaron la península coreana, aproximándose mucho a la Línea de Demarcación Militar entre las dos Coreas.
Al día siguiente, Pyongyang emitió una declaración en nombre de un portavoz del Estado Mayor Conjunto del Ejército Popular de Corea del Norte, para criticar el envío de los aviones de combate, amenazando con lanzar ataques letales contra Seúl, y con hacer desaparecer la isla de Guam del planeta Tierra, si Washington prosigue con las hostilidades contra su régimen.
En respuesta, el Ministerio de Defensa de Seúl advirtió que cualquier provocación norcoreana será castigada con fuertes y tajantes medidas militares.