El presidente del Grupo Lotte, Shin Dong Bin, sospechoso de malversar fondos por valor 190 mil millones de wones, y también de prevaricación, regresó a casa en la madrugada del miércoles 21, tras unas 18 horas de interrogatorio fiscal.
El CEO expresó a los periodistas al salir de la Fiscalía haber respondido fielmente a todas las preguntas, si bien abandonó el lugar con una marcada expresión de cansancio en su rostro.
Durante el interrogatorio, los fiscales le preguntaron sobre el dinero percibido como director de una filial del Grupo en Japón, pese a no haber ejercido las funciones del cargo. Asimismo, fue preguntado sobre su implicación en crear un fondo secreto de 30 mil millones de wones para Ingeniería y Construcciones Lotte; además de cuestionarle otras irregularidades en las que podría estar implicado.
Según informan, Shin negó la mayoría de las acusaciones imputadas, y actualmente la Fiscalía valora la posibilidad de solicitar una orden de arresto contra el acusado. No obstante, procederá con prudencia pues su arresto podría implicar que el control del grupo pasará a manos de su filial en Japón.