Contaminantes cancerígenos de primer grado se detectaron 10 veces más del nivel permitido en una extensión de terreno en el monte Munhak, en la ciudad de Incheon, la cual fue devuelta al Gobierno surcoreano después de ser ocupada por las fuerzas estadounidenses para sus depósitos de aceites. 

Las instalaciones que antaño se encontraban en ese lugar estaban compuestas de 26 estructuras de hormigón, a las se conectaban oleoductos provenientes del mar frente a Incheon. Desde 1953 estas fueron utilizadas durante 15 años para el almacenaje de petróleo, así como de aceites. Sin embargo, la contaminación del suelo provocada debido a la penetración de esos aceites en la tierra y las aguas subterráneas, afectó y afecta todavía a la población local. 

Al respecto, un estudio medioambiental fue realizado durante el último año a cargo del Gobierno surcoreano. La investigación se llevó a cabo sobre una extensión de tierra de 2 millones de metros cuadrados del monte Munhak y sus alrededores, detectando incluso en zonas residenciales una cantidad de benceno 10 veces mayor de la permitida -este es un material clasificado como cancerígeno de primer grado-, así como xileno -posible causante de abortos- unas 36 veces más del nivel de referencia. 

El estudio concluye que en 18 de las 21 zonas contaminadas objeto de análisis se observa una polución muy por encima de la permitida, y que 15 de ellas guardan relación con instalaciones militares de Estados Unidos.