El Gobierno de Corea del Sur establecerá en septiembre una fundación para los derechos humanos norcoreanos, que contará con un presupuesto anual de 25.000 millones de wones y con un personal de unos 50 agentes.
Este organismo será creado en base a la Ley de Derechos Humanos Norcoreanos que entrará en vigor el 4 de septiembre, y dependerá del Ministerio de Reunificación Nacional.
Sus principales tareas serán investigar la situación de los derechos humanos en Corea del Norte y también las ayudas humanitarias que recibe ese país, así como el desarrollo de políticas relacionadas. Además, ofrecerá soporte a organizaciones no gubernamentales; si bien por ahora se desconoce si ofrecerá financiación a aquellas ONGs que trabajan para proteger a desertores norcoreanos en terceros países.
La financiación es ampliamente esperada, sobre todo por las organizaciones que asisten a desertores. para evitar su repatriación e intentan que puedan pisar tierras surcoreanas. No obstante, se estima que la junta directiva de la fundación -en concreto, los recomendados por partidos opositores- podría oponerse a ofrecer dicha financiación, considerando que dichas ayudas podrían dar lugar a deserciones planeadas e inducidas por el Gobierno surcoreano.