Tras darse a conocer que el condado de Seongju de la provincia de Gyeongsang del Norte, al sureste del país, será probablemente elegida para instalar el escudo antimisiles THAAD, los residentes locales expresaron su fuerte oposición.
Inicialmente, mostraron su asombro por la elección de su zona como posible ubicación del THAAD, pues hasta hace unos días nunca había sido aludida a tal fin.
Así, las autoridades regionales y provinciales de Seongju, que también rechazan su implementación, han comenzado una huelga de hambre, en rechazo a que solo sus ciudadanos asuman los sacrificios y peligros que acarrea el THAAD.
Explican que con la instalación de sistemas de artillería, los residentes ya sufrieron pérdidas económicas, y en caso de desplegar el THAAD, volverán a ser víctimas de ondas electromagnéticas y contaminación ambiental.
Agregan que muchos agricultores de Seongju se ganan la vida cultivando frutas, que son altamente valoradas por ser producidas en una zona sin contaminar; una buena imagen que se perderá con la llegada del THAAD, según afirman.