Según informan, Corea del Norte podría realizar nuevas provocaciones, como resultado de una alta rivalidad entre los funcionarios de alto nivel norcoreanos, para mostrar una mayor fidelidad a su líder supremo, Kim Jong Un.
Se estima que dicha "competencia" podría desatarse entre Inteligencia y el organismo de la policía secreta, pues ya hay antecedentes de bombardear una isla y un buque de la Marina, ambos de Corea del Sur; y también de asesinar a algunos desertores norcoreanos y a otros ciudadanos sureños en China.
Los temores crecen tras darse a conocer que Kim Jong Un ordenó a la cúpula directiva tomar represalias contra Seúl por recibir a los desertores norteños que escaparon al Sur desde China.
En caso de incumplir esas órdenes, podrían ser sancionados por no respetar a la máxima autoridad, por lo que se evalúa que Corea del Norte podría recurrir tanto al terrorismo cibernético, como a ataques físicos; o bien realizar un quinto ensayo nuclear o lanzar un misil de medio o de largo alcance.