El presidente de la Asociación para los Derechos Humanos de los Desertores de Corea del Norte, Kim Yong Hwa, ha alegado que el régimen de Pyongyang envió a unos 300 agentes de la policía secreta para impedir la deserción de trabajadores norcoreanos en China.
Kim, citando fuentes locales de China, declaró el jueves 7 que entre 30 y 40 unidades de la policía secreta fueron enviadas al gigante asiático, con la misión de vigilar y controlar a los trabajadores que el gobierno norcoreano envió a dicho país como medio para obtener divisas. Según parece, dichos agentes se integran como parte del personal en restaurantes norcoreanos de China o empresas locales que emplean a trabajadores norcoreanos, ocultando que son agentes de seguridad especializados.
Así, la policía secreta norcoreana no solo controla el contenido de las llamadas que los trabajadores realizan desde teléfonos públicos, sino que también les prohiben salir.