Corea del Norte está intentando poner de su lado a la opinión pública justo antes de la audiencia del martes 21, donde un tribunal verificará si las desertoras norcoreanas llegaron a Corea del Sur forzosamente o por voluntad propia.
Así lo divulgó la agencia de noticias AP el lunes 20, tras emitir entrevistas realizadas en Pyongyang a compañeros y familiares de los desertores, alegando que los trabajadores no desertaron voluntariamente, y criticando que la audiencia se celebre a puerta cerrada, hecho que implica que el Sur no dejará a sus compatriotas opinar libremente. 
Por otra parte, el portal de noticias coreanas Uriminzokkiri publicó cuarto cartas de familiares que imploraban la vuelta de sus hijos al país norteño. 
Según AP, todo es una estrategia urdida por el régimen norcoreano, al permitir a medios extranjeros entrevistar a los familiares de los desertores, un hecho sin precedentes. No obstante, no niegan que el régimen haya podido inducir las respuestas de los familiares, al considerarlo como algo normal.