La Junta de Auditoría e Inspección de Corea ha dado a conocer que los astilleros Daewoo Shipbuilding & Marine Engineering, o DSME según su acrónimo en inglés, incurrió en fraude contable por valor de 1,5 billones de wones.
Los datos indican que manipularon las cuentas durante 2 años, a partir de 2013, en unos de 40 proyectos de construcción de plataformas marítimas; hasta convertir la firma en una empresa de primera categoría, que repartió entre sus ejecutivos y trabajadores incentivos por valor total de 204.900 millones de wones.
Asimismo, DSME llevó una administración poco razonable, al operar 17 filiales con negocios totalmente ajenos a la construcción de barcos, como la generación energía eólica o la industria hotelera, al tiempo de ocasionar grandes pérdidas a la compañía, estimadas en 902.100 millones de wones.
Los auditores amonestaron también al Banco de Desarrollo de Corea, responsable de supervisar a DSME, por autorizar los nuevos negocios de esta empresa sin inspeccionar minuciosamente su sistema de contabilidad, aún a sabiendas de que sus ejecutivos cobraban fuertes incentivos pese a que la empresa no obtenía beneficios.