El Gobierno de Corea del Sur, tras emitir la recomendación de no visitar restaurantes de comida norcoreana en el exterior, como una medida para bloquear las actividades de obtención de divisas de Pyongyang, solicitará próximamente que se impida la contratación internacional de trabajadores de Corea del Norte. 
Datos relacionados ilustran que actualmente el régimen de Pyongyang tiene trabajadores en unas 50 naciones, cifra que supone un notable aumento respecto a 2013, año en que esos países apenas llegaban a 16. Actualmente, unos 58.000 norcoreanos trabajan fuera de su país, y su reporta ingresos anuales a Pyongyang por unos 250 millones de dólares, de los cuales se estima que un 90% se destina desarrollo nuclear y balístico, así como a la compra de objetos de lujo para la cúpula dirigente de Corea del Norte. 
Las autoridades de Seúl evalúan que, para impedir la contratación internacional de trabajadores norcoreanos, resulta indispensable la cooperación de las naciones que los emplean.